El proceso de desertificación requiere ser revertido por políticas macroeconómicas y sectoriales que privilegien la explotación de los recursos naturales de una manera sustentable. En el mundo hay mucho por hacer y muchas acciones ya se están ejecutando.
Los procesos de desertificación no son nuevos ni de un lugar específico. Las advertencias ambientales han generado un público interesado, extensivo a los círculos de científicos y gobernantes. La desertificación tiene lugar en todos los continentes excepto en la Antártida y
afecta a la calidad de vida de millones de personas.Dentro de sus causas se encuentran:
- Las talas indiscriminadas y el reemplazo de especias nativas por exóticas;
- la falta de tecnologías apropiadas para generar alimentos;
- la escases de agua y los cambios climáticos.
Las concecuencias son, varias entre las que se encuentran:
- la erosión hídrica y pérdida de fertilidad de la tierra por sobre pastoreo;
- desaparición de especias de faunas;
- caída en los rendimientos de las tierras;
- disminución de los ingresos; inmigración de la población rural;
- pobreza; entre otras.
Según la FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nation) es: “la expresión general de los procesos económicos y sociales, así como de los naturales, que rompen el equilibrio del suelo, la vegetación, el aire y el agua, ruptura que ocasiona la disminución o destrucción del potencial biológico de la tierra, la degradación de las condiciones de vida y la expansión de los desiertos". Este proceso que alcanza dimensiones globales, ha sido motivo para el establecimiento de un acuerdo de alcance internacional en 1994, la Convención de las Naciones Unida.
La Argentina tiene el 80 % de su territorio bajo actividades agrícolas – ganaderas y forestales (224.000.000 ha aproximadamente). En la actualidad más de 60.000.000 ha están sujetas a procesos erosivos de moderados a graves. Cada año se agregan cerca de 650.000 ha con distintos grados de erosión de Lucha contra la Desertificación y Mitigación del Efecto de las Sequías.
La financiación y los mecanismos de cooperación adecuados para revertir el proceso son necesarios junto con las correspondientes evaluaciones económicas de la desertificación. En la Argentina, se ha establecido el Programa de Acción Nacional de Lucha contra la Desertificación (SAyDS, 1997) en el marco del cual se desarrollan estudios y proyectos de intervención, para conservar, preservar y rehabilitar los recursos naturales de las tierras secas.
El proceso de deterioro requiere ser revertido por políticas macroeconómicas y sectoriales que no privilegian la orientación exportadora, sino la explotación de los recursos naturales de una manera sustentable. Hay que llevar información y herramientas apropiadas a los productores tradicionales y minifundistas para que implementen política de protección ó promoción.
Dentro de las causas de desirtificación están:
- la falta de conciencia del valor de los recursos naturales,
- el concepto que son finitos y que hay que administrarlos bien.
Conocer la realidad es un paso obligado para mejorarla y favorecer el bien común. Hay mucha información y acción alrededor del mundo.
Varios organismos de las Naciones Unidas prestan asistencia en la lucha contra la desertifiación. Un programa especial del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) ha movilizado 400 millones de dólare, más otros 350 millones de cofinanciación, para ejecutar proyectos en 25 países africanos amenazados por la desertificación.
El Banco Mundial organiza y financia programas destinados a proteger las frágiles tierras áridas y aumentar su productividad agrícola de manera sostenible.
La FAO reconoce que un elemento esencial para la seguridad alimentaria es la protección del medio ambiente que provea los recursos naturales necesarios para la producción alimentaria. Por lo tanto, el desarrollo rural y la agricultura sostenible en tierras áridas implican combatir la desertificación. Así, la FAO promueve el desarrollo agrícola sostenible mediante una amplia gama de actividades de asistencia práctica a los gobiernos.
El PNUMA respalda los programas de acción regionales, la evaluación de datos, el fomento de la capacidad y la sensibilización de la opinión pública sobre este problema.
El PNUD financia diversas actividades a través del Centro para el Desarrollo de las Zonas Áridas, con sede en Nairobi, que ayuda a elaborar políticas, presta asesoramiento técnico y apoya programas de control de la desertificación y gestión de las tierras áridas. Además, el PNUD está a la cabeza de las acciones de las Naciones Unidas encaminadas a fomentar la capacidad nacional para un desarrollo sostenible desde el punto de vista del medio ambiente, promoviendo las mejoras prácticas en todo el mundo y apoyando las acciones de efectos catalíticos.
Existen varios ejemplos que inspiran para tomar iniciativas coherentes con el medio, como Finlandia. Con comunicación, trabajo y perseverancia encontramos todas las respuestas para cuidar de nuestros recursos y hacer de este mundo, un lugar sustentable.
Bibliografía:
• CNULD. Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. 1994. Texto de la Convención. Sitio Web de la Secretaría de la Convención.
• Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Dirección de Conservación del Suelo (2000). Programa de Acción Nacional de Lucha Contra la Desertificación. Sitio Web de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Argentina: http://www.medioambiente.gov.ar/areas/dcs
• UNSO. Oficina de Lucha contra la Desertificación del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. 1997. Macroeconomics and the drylands. Concept paper. New York
• El desarrollo rural participativo como herramienta de lucha contra la desertificación. Lic Viviana Failde de Calvo (INTA EEA Salta), Ing. Ftal Diego Ramilo (INTA AER Seclantás).
• Dryland Management and Combating Desertificaction Though Development. Raul Manuel Albuquerque Sardinha. Full Professor. CIIERT. - Instituto Piaget. Av. João Paulo II, Lote 544-2ª, 1900-726 LISBOA
• Centro de Florestas e Produtos Florestais, IICT. Tapada da Ajuda, 1349-017 LISBOA
• Centro de Investigación de Naciones Unidas.
Foto: Finlandia, (foto: http://www.mundo-egeo.es/)
