Mucho se habla sobre el costo del agua, y cada vez se tienen más certezas del valor que tiene. Conocer el costo real del agua, requiere de un punto de vista global de la situación y un estudio de todo el ciclo hídrico.
Por un lado consideramos como determinante el dinero que pagamos por la factura del servicio, el cual varía según cada país. Por ejemplo en algunos son pagos mensuales y otros bimestrales.
Pero también debemos considerar que en la mayoría de los estados, el agua está subsidiada. Estas estrategias tienen una finalidad muy efectivo porque los más beneficiados son los estratos sociales de menos recursos. Ahora, cada litro de agua, que se consume, se paga una parte de manera directa con la factura, y la otra de manera indirecta, ya que la pagamos entre todos, por medio de los subsidios.
Potabilizar el agua requiere de una infraestructura y por supuesto de energía, la que tiene un costo cada vez más elevado.
También, cuanto más agua consumen las ciudades, más cañerías se necesitan para transportarla y más producción de materiales. Como concecuencia, más caños de desagües para evacuar los desechos y más infraestructura para tratar los efluentes.
Usar agua en su justa medida es bueno para todos. Es un hecho sustentable que nos brinda un beneficio social, económico y ambiental. Mejor que pensar como individuos, pensemos como Nación, así estaremos garantizando la prosperidad de nuestro pueblo.
Por un lado consideramos como determinante el dinero que pagamos por la factura del servicio, el cual varía según cada país. Por ejemplo en algunos son pagos mensuales y otros bimestrales.
Pero también debemos considerar que en la mayoría de los estados, el agua está subsidiada. Estas estrategias tienen una finalidad muy efectivo porque los más beneficiados son los estratos sociales de menos recursos. Ahora, cada litro de agua, que se consume, se paga una parte de manera directa con la factura, y la otra de manera indirecta, ya que la pagamos entre todos, por medio de los subsidios.
Potabilizar el agua requiere de una infraestructura y por supuesto de energía, la que tiene un costo cada vez más elevado.
También, cuanto más agua consumen las ciudades, más cañerías se necesitan para transportarla y más producción de materiales. Como concecuencia, más caños de desagües para evacuar los desechos y más infraestructura para tratar los efluentes.
Usar agua en su justa medida es bueno para todos. Es un hecho sustentable que nos brinda un beneficio social, económico y ambiental. Mejor que pensar como individuos, pensemos como Nación, así estaremos garantizando la prosperidad de nuestro pueblo.